27 de mayo, 2004.
El presente comentario tiene como propósito mostrar una exposición general de dos temas del pensamiento de Eckhart: la naturaleza de Dios y un esbozo de su pensamiento místico. Es una exposición general que se vio limitada por consultar fuentes indirectas en un texto que apenas esboza la obra de un autor, por demás interesante. Traté de conseguir información del libro de Eckhart 'El Libro del Consuelo Divino' (ed. Aguilar) pero no la logré conseguir. A pesar de esto, presento las ideas que más ganaron mi interés sobre este gran pensador.
Mística y Filosofía.
Los siglos XIV Y XV se caracterizan por un gran florecimiento de la literatura mística, que en filosofía se manifiesta por una especulación filosófica que fue influida por esa reflexión sobre la vida mística, que trataba fundamentalmente de la relación del ser infinito (Dios) y sobre el alma humana con Dios. Es decir, hay que distinguir entre teología mística y la filosofía, ésta última tiene como tarea la especulación, que no aborda de manera prioritaria la “intensificación de la vida práctica de la vida religiosa”(1) en autores que van desde Eckhart, pasando por Enrique Susso (1295-1366 aprox.) hasta santa Catalina de Génova (1447-1510)
¿Qué significa mística? La palabra –escribe Sauer- viene del griego. El verbo myein se traduce como “cerrarse”. Quiere decir encapsularse ante el mundo exterior, un retirarse al interior del alma para estar solo con Dios. “La mística quiere conducir a una unión interior de Dios, a una extraordinaria unión de la creatura con el Creador.” (2)
La mística tiene como objetivo lograr una unión interior con Dios, es una experiencia, y si la filosofía tiene como objetivo la especulación y reflexión sobre el mundo y su creador, entonces, la relación entre mística y filosofía es apenas una línea divisoria sutil, pero fácilmente distinguible. Algunos autores de este periodo tienen más inclinación hacia la reflexión filosófica sin apartarse de los ciertos aspectos místicos que están en este pensamiento sistemático y ordenado que es la filosofía en su aspecto tradicional. Uno de ellos es Eckhart, que es considerado por algunos autores como Sauer como: el “filósofo y teólogo, pero en primer, lugar
místico. Se le considera como el místico alemán más significativo”(3) pero para otros estudiosos como Copleston “la tentativa de ver en Eckhart y sus discípulos una nueva ‘teología alemana’ es una tentativa vana.”(4)
Autor polémico, sin duda, es el Maestro Eckhart (1260-1327) nacido en Hochheim ingresó a la orden de los dominicos y estudió en la universidad de París, se traslada luego a Colonia en donde el arzobispo de esta ciudad ordena una investigación de sus escritos, que dos años después de su muerte, en 1329, 28 de sus proposiciones fueron condenadas por el papa Juan XXII. Su obra está en alemán y el latín, destacando su Opus tripartitum, Quaestiones, el Libro de la Sabiduría y El libro del consuelo divino.
La naturaleza de dios.
El pensamiento de Eckhart parte de la relación del ser y el entender en Dios, en la afirmación de que Dios es porque es intelecto y entender. El entender es el fundamento de su existencia, de su ser. Y si bien –como dice Sauer- “Su teoría del ser está orientada bíblicamente”(5) Eckhart busca, además, un fundamento filosófico para su respuesta. Según Eckhart San Juan no dijo “en el principio era el ser, Dios era el ser” sino “en el principio era el Verbo y el Verbo era en Dios, y el Verbo era Dios” y si lo primero que creo es el ser, entonces, Dios que es el creador es “intelecto y entender, pero no ser o existencia” (6)
Lo anterior lo expongo porque para Eckhart el entender es más perfecto que el ser. Dios es la causa del ser y si para algunos filósofos –se refiere al Pseudo Dionisio- el ser es entender, el ser pertenece a Dios porque Dios es entender. En Él está la “pureza del ser” y ésta es el entender. “Así Dios, puesto que es la causa de todo ser, debe estar por encima del ser”(7)
Copleston observa que cuando Eckhart da prioridad al entender sobre el ser, contradecía las tesis de Santo Tomás de Aquino y la idea de Dios como un super-ser que está por encima del ser que está tomada de Pseudo Dionisio, o según Sauer del idealismo neoplatónico. Así, “Dios era para él un superser: completamente separado de las cosas, del ser. Y por otra parte podía afirmar lo contrario, a saber, que Dios es lo más íntimo en ellos”(8)
En este sentido su teoría del ser no sólo está llena de contrastes, sino de un pensamiento que luego se afina y parece cambiar. Como lo sostiene Copleston al señalar que en sus primeros escritos Dios es entender y no existencia, pero luego “cambió de parecer y sostuvo más tarde que Dios es esse (existir)”(9)
Así, la primera proposición de su Opus tripartitum es “Dios y existencia son la misma cosa” Dios es uno, verdadero y bueno y “Para todo el que pregunte –dice Eckhart- a propósito de Dios qué es o quién es Él la respuesta es: Existencia” (10). Sostiene además, que en toda criatura esencia y existencia son diferentes, una cosa es preguntar por la existencia y otra preguntar por su naturaleza (esencia), sólo en Dios existencia y esencia son idénticas. Dios existe o es “Porque la existencia es la esencia de Dios” (11)
Si Eckhart sostuvo una u otra tesis: Dios como entendimiento o como existencia o su identidad, no deja por ello de hacer “algunas afirmaciones bastantes atrevidas”(12) en torno a la idea de Dios como existencia, “por ejemplo, fuera de Dios, nada hay, pues (si algo hubiera) estaría fuera de la existencia“ o la idea de que Dios es creador pero no crea “fuera” de sí mismo sino para que las cosas se encontraran en Él, “Porque Él mismo es la existencia” (13)
Tesis que junto con otras fueron consideradas al tomarse aisladamente como una forma de panteísmo. “Pero no hay justificación para tomar estos textos aisladamente-dice Copleston- es decir, no la hay si lo que queremos, es descubrir la intención del propio Eckhart. El estaba acostumbrado a valerse de oposiciones, a enunciar una tesis y dar razones en su apoyo, y enunciar luego una antítesis y dar razones en apoyo de esta.”(14)
La mística de Eckhart.
En su explicación de la relación de las criaturas con Dios, Eckhart sostiene que en el alma humana hay un elemento increado, lo llama archa y que es la inteligencia. Por ella, “el alma es deiforme, puesto que Dios mismo es intelligere” (15). La unión mística no se da por el amor y el conocimiento que no son el alma misma, sino actividades de ella, se da en el más alejado retiro del alma, en la “chispa” o llama en donde Dios une al alma consigo mismo.
El entendimiento capta a Dios como Verdad, pero el alma se une a Dios como existencia. En la esencia del alma se une con Dios como existencia. La esencia del alma es esa “chispa”(16) es simple y en ella está impresa la imagen de Dios, y se da entonces la unión mística de Dios como uno y simple y la esencia del alma: “la suprema unión mística es la unión de ambos.”(17)
Finalmente, observo a un autor polémico sin duda, no sólo por la peculiaridad de su pensamiento sino por los alcances de sus escritos. Para Sauer, Eckhart “Quiere alemanizar y aclarar los tecnicismos latinos. Quiere y tiene que traducir. Hace esto con efusión y con fervor.”(18), en cambio para Copleston “si se pregunta si Eckhart quiso ser heterodoxo y si trató de fundar una ‘teología alemana’ la respuesta debe ser también negativa”(19) Considerar a Eckhart como un “pensador alemán” que se rebeló contra la ortodoxia católica es absurdo para Copleston tanto “como atacar a los teólogos que desaprobaron algunas de sus afirmaciones, como si nada hubiera en éstas que justificara tal desaprobación”(20)
En conclusión. Eckhart es un pensador que hunde sus raíces, en la época que vivió, en buscar una experiencia o práctica de vida que la filosofía como especulación no logra resolver, porque “A él –escribe Sauer- ciertamente no le importaba la historia sino el alma, como la parte más importante del hombre”(21) Queda claro que su interés prioritario es Dios como Inteligencia, existencia y, principalmente, la única forma de ‘entender’ el mundo y sus cambios, vivencias, creaciones. Dios es entendimiento, es el entender.
Notas Bibliográficas:
1) Copleston, Historia de la filosofía, pp. 178
2) Sauer, Filósofos alemanes, pp 12
3) ibid
4) Copleston, op. cit, pp 179
5) Sauer, op. cit., pp 16
6) Copleston, op. cit., pp 180
7) ibid
8) Sauer, op. cit., pp 19
9) Copleston, op. cit., pp 181
10) en Copleston, op. cit., 181
11) ibidem, pp 182
12) ibid
13) ibidem, pp 183
14) ibid
15) ibidem, pp 187
16) ibid
17) ibid
18) Sauer, op. cit., pp 20
19) Copleston, pp 189
20) ibidem, pp 190
21) Sauer, pp 33
BIBLIOGRAFIA:
Copleston, Frederick, Historia de la filosofía, tomo 3 (de Ockham a Suárez), ed. Ariel, 1ª reimpr., México, 1983
Sauer, Ernst Friedrich. Filósofos alemanes (de Eckhart a Heidegger), FCE, México, 1ª ed., 1973